Ballet Brandsen: 50 años de pasión y cultura

Ballet Brandsen: 50 años de pasión y cultura

Parece mentira, pero llego el día soñado y quizá nunca pensado por Oscar y Mabel, tras la fundación del Ballet Brandsen, surgido en esa ciudad bonaerense por Mabel Pimentel y Oscar Miguel Murillo.  

La celebración formal no fue una noche más, sino un momento épico, quizás irrepetible con la reunión de bailarines de todas las épocas, profesores surgidos del mando de Oscar y Mabel y afectos, estuvieron los que tenían que estar. La presencia de casi todas las generaciones de bailarines que pasaron por el ballet; el que tiene 50 años, el de 40. Algunos traen sus hijos, otros a sus nietos. El Ballet Brandsen es una gran familia”, como lo expreso, Mabel Pimentel, una de sus fundadoras del cuerpo de baile junto con Oscar Murillo.

La historia comenzó así: Mabel Pimentel bailaba en un grupo de Llavallol que había formado Murillo, adonde la bailarina había ingresado un año antes de terminar sus estudios en el Colegio Nacional de Adrogué, al sur del conurbano bonaerense. Pero los padres de Mabel le compraron la zapatería a un tío en Brandsen y ella, recién recibida, tenía pensado estudiar a La Plata. El grupo nació la tarde en que Oscar Murillo se fue a despedir de ella para avisarle que se iba a vivir a Córdoba. Matías Pimentel, un violinista que tocaba en una orquesta típica, es el hombre clave en la historia del Ballet Brandsen. Le sugirió a Murillo que formara con su hija una compañía de danzas en el pueblo. “Abrimos el estudio de danza y a los dos meses teníamos más de 60 jóvenes trabajando”, recuerda Mabel. Había nacido el ballet Brandsen, un nombre propio de la danza de raíz folklórica de la Argentina.   

El Brandsen a través de su historia ha considerado que la danza, además de ser un arte del movimiento, tiene que dejar, más allá de lo estético, un mensaje, que puede ser histórico, costumbrista, literario. Siempre tiene que haber un mensaje que puede sorprender, emocionar, reír, llorar. Esa es su esencia que se transmite desde quienes dirigen, pero se traspasa a los alumnos y bailarines por intermedio de los profesores formados de la mano e idea de Oscar y Mabel.

Desde Rio Gallegos, viajaron Marcela Rivero y Lucas Granetto, los responsables de la enseñanza en el Estudio de Marcela Rivero, como así también Cintia Chantre del Ballet el Nuevo Molle, quienes estuvieron en tan emotivo evento y fueron no solo para acompañar a sus referentes, sino además a revalidar todo lo construido a lo largo de los años en la formación de bailarines y profesores marca “Ballet Brandsen” de la mano de Oscar Murillo y Mabel Pimentel. No es poca cosa

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